Hace unos meses, un buen amigo, Bertrand Debarnot, fundó en Madrid un club de debate y conversación en francés. El club se reúne cada dos semanas en la Biblioteca Central para una sesión en la que hay una frase del día, una presentación y una sesión de debate. Después, los que podemos nos vamos a un bar que está en la esquina para continuar la agradable convivencia en francés.
Las ventajas que me ha aportado esta actividad en comparación con una clase tradicional o un intercambio tradicional son las siguientes:
- Nos reunimos cada 15 días, con lo cual el pretexto de que no tengo tiempo, no vale. Me organizo y ya está.
- Es gratis. Eso es. No hay cuota mensual, ni anual ni matriculación.
- Gracias a la estructura de la primera parte de la sesión, cada vez aprendo algo, me llevo alguna corrección, alguna mejora y amplío mi cultura general.
- La sesión informal en el bar me recuerda la experiencia de imersión total que tuve el verano pasado en Niza y practico todo el vocabulario necesario para una interacción social natural y agradable.
- Además de la reunión el blog de DialoguesMadrid me ayuda a no desconectar del todo entre sesiones.
Les dejo un enlace para leer el artículo que ha hecho el periódico Le Petit Jounal y ver la foto del club.
¡Enhorabuena, Bertrand!